Ubicado a 73 kilómetros de
la ciudad de Querétaro, este municipio fue nombrado pueblo mágico en octubre de
2012.
Para llegar directo a
Tequisquiapan la travesía se ve inundada de vasta vegetación que los antaños
cerros ofrecen así como el recibimiento de la cristalina presa el Centenario.

Regocija en su mayoría la
arquitectura colonial y los para nada desapercibidos mercados de artesanías; al
entrar en ellos encuentras toda una odisea de artículos y textiles fabricados
por las mismas personas, que va desde chales, rebosos, blusas mexicanas hasta
esculturas de cuarzo, lámparas talladas de madera y canastos de palma.

Al llegar al centro me di a
la tarea de explorar la catedral que emana todas las pupilas; dentro de ella
encuentras ese estilo barroco y espiritual que todo católico disfruta. A dos
cuadras se ubica el museo de las miniaturas (cabe mencionar que ese día estaba
cerrado) pero que por su historia cuenta con dos salas, una decena de vitrinas
con más de 500 figuras en miniatura.
Vaya que por comer no te
limitas ya que este pueblo cuenta en su mayoría con restaurantes locales así
como los diferentes estilos de cocina que en él se pueden ejecutar derivado de
la gama de sabores que en vinos y quesos encontramos. El restaurante elegido
lleva el nombre de “Kpuchinos” que de acuerdo con el consejo de los locales es
el de más antigüedad y tradición. La experiencia es remontar un estilo clásico restaurantero,
ameno y eficaz ya que la atención de los meseros era excelente. De platillo
destacado pude probar el pollo “santo bailado” y una “sopa azteca” que de acuerdo
a la gastronomía mexicana cumple al máximo con los requisitos que por su
naturaleza demanda.


Una de las cosas más emblemáticas
de Tequisquiapan es su deslumbrante ruta del “queso y el Vino”, todos los
queretanos estamos al tanto cada año de su mundialmente conocida feria que en
ella ofrece degustación de quesos y vinos que ahí de elaboran. Esto se deriva
al excelso clima para el crecimiento de la vid (árbol de la uva) y el
abastecimiento de leche que brinda el ganado para los quesos.
Por ultimo pero no menos
importante es el divertido paseo en globo los cuales te ofrecen un paseo de 50
minutos, desayuno, brindis con el capitán y un certificado de vuelo en globo.
Sin lugar a dudas es un pueblo donde puedes gozar de una agradable estadía así como tranquilidad y el
gran abrazo de la naturaleza. Excelente destino para dejar a un lado nuestra monotonía.
#viajalocal #conocenuestraciudad
Autor: Mitzi Viviane Moreno Araujo
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